FASE 1

Para la primera tarea propuesta el objetivo era mejorar nuestro análisis estructural, espacial y decorativo. Para ello teníamos que escoger un sitio que pudiésemos visitar a menudo y así poder dedicar más tiempo a fijarnos en todos los elementos de interés, desde muros y pilares hasta la ubicación de las luces y demás elementos estéticos.

El lugar que he escogido es la recepción de la residencia en la cual me encuentro durante este año escolar, situado a media hora de la universidad, cercana a Burjassot

Cuando me tocó dibujarlo de memoria, solo podía recordar elementos que me llamaron la atención por su ubicación o por su función en el edificio.

Este fue el proceso por el que recordé todos los elementos:

1. Había tres secciones imaginarias por las cuales podía dividir el recibidor de izquierda a derecha: Zona de sofá y cantina / banco de piedra como centro de la estancia / zona de ascensores, escaleras y recepción. A partir de ahora continuaré describiendo los tercios de arriba a abajo desde el techo hasta el suelo

1.1 La zona del sofá contaba con una serie de luces individuales que recordaban a una sala de lectura, un sofá de bajo respaldo y donde se situaba un cuadro detrás de él, pensando que por la altura del respaldo tocaría con la cabeza el cuadro, el sofá además era bastante rectangular y con una mesita de centro junto con dos asientos (sabía su función, pero no su aspecto), además había algún elemento que separaba de manera notoria la pared izquierda del recibidor con la cantina, así que supuse que era un escalón.

1.2 La zona del banco de piedra fue para mí la más representativa de las tres. En la zona del techo juraba recordar una especie de tubo luminoso colgando por las dos puntas, como una parábola, junto con otras luces más ordinarias. La mayor diferencia entre lo que recordaba y la realidad fue que creía recordar que había un pilar principal, siendo el más grueso de todos, pero después de pensarlo un momento recordé que había un elemento vegetal de por medio, así que coloque una enorme maceta. Entonces pensé que sería algún tipo de palmera o árbol alto, porque seguía creyendo que aquello de alguna manera intentaba conectar el techo con el suelo a modo de pilar. Por otro lado, me pareció bastante fácil de recordar los cojines en la estancia, posiblemente porque pensaba que podía dormirme sobre ellos. Por último, el espacio sobrante me forzaba a recordar si aquel trozo de suelo siempre había estado tan vacío, por lo que me inventé una alfombra.

1.3 El tercer tercio o zona del ascensor fue el más fácil de recordar, puesto que sus elementos eran los más usados. Como he dicho, los ascensores se encontraban en la parte más lejana con respecto a la entrada, contaban con una lista de todos los sitios encima del marco de la puerta organizada por plantas, luego le seguía el pasillo que daba a los dormitorios con unas señales que indicaba lugares de interés, y por último la mesa del recibidor, donde se encontraba el punto de información con todo el personal del edificio.

hay dos zonas mas a comentar que las colocare en apartados diferentes a los ya mencionados:

2. El ventanal es la zona del recibidor más alejada de la entrada, en mi mente constaba de un gran vidrio que se encargaba de separar esta zona con el patio exterior. Afuera, creía recordar que había un terreno de piedras coloridas que describían algún sendero por el que se podía caminar o admirar el edificio en alguno de sus bancos, y aún más al fondo se encontraban pasillos de ambas plantas.

3. La zona más cercana a la entrada fue la más olvidada, para empezar supuse que había una alfombra ya que no creía que el suelo estuviese tan vació, además no pensé que hubiera tanta decoración vegetal, y por último olvide intentar recordar si había más pilares o si la recepción solo contaba con un único techo, así que esta sección del recibidor fue la más simple y rápida de dibujar.

Al recordar la recepción en general, hacía memoria de una sensación de sosiego. Los colores eran o muy saturados en los carteles de bienvenida o muy sobrios en la pintura del edificio. Además recordaba la sensación de frescura que transmitían las plantas recién traídas, cuando en verdad si te parabas a pensar te dabas cuenta que esa sensación la proporcionaba el aire acondicionado y la lluvia.

Este fue el resultado final:

Para el dibujo en el que me debía situar en la zona tome una foto que sirviese de referencia, puesto que desde donde escogí situarme no había un lugar para pasar mucho tiempo dibujando y molestaba a los que entraban por la puerta. Esta es la foto:

Y este es el dibujo inspirado en la foto y mi perspectiva

Nuevamente dividí de forma inconsciente el dibujo en los tercios mencionados anteriormente, sin embargo, esta vez los fui dibujando en diferente orden:

1. Primero empecé por el ventanal, ya que esta vez me di cuenta de que aquello era más que una simple placa de vidrio, constaba de diferentes secciones y una puerta que anteriormente no consideré. Además, había una pilar que antes no había recordado, por lo que le presté especial atención, puesto que además servía para dividir el tercio izquierdo con el central. Sin embargo, también me di cuenta de un fallo de ubicación, y es que el parque interior se situaba una planta más abajo, por lo que las piedras decorativas no se podían ver desde allí, en su lugar, solo se lograba apreciar los demás pasillos y un balcón que en el anterior dibujo no logre recordar.

2.1 Después continué con el tercio derecho o tercio del ascensor. Este se hundía dentro de la pared, lo que me obligó a prestar atención a la perspectiva, que en el primer dibujo no tuve en cuenta. Afortunadamente, no me equivoque con el letrero superior, sin embargo, al intentar comprimir todos los elementos en una sola hoja reduje el espacio entre, ascensor, pasillos y mostrador, los cuales en la foto no se veían. Ha de decirse que las luces que yo recordaba si que estaban, solo que el techo era más alto y por ello desde aquella perspectiva no se veían. Aun así hablaré más de la iluminación en el apartado (3.).

2.2 Proseguí con el tercio central. En este como os podréis haber dado cuenta no había ni un pilar principal ni una palmera, sino otra planta que, lejos de llegar al techo, era más amplia que alta, lo cual me transmitía una sensación de refugio debajo de sus hojas. Después de dibujar el cuadrado de piedra me propuse hacer unos cojines más realistas, puesto que aunque sabía que en mi anterior dibujo no logré describirlos como en verdad quería, no lograba imaginar el comportamiento de la tela del cojín en las puntas, así que aproveche la foto para copiarlas exactamente como quería que fuesen, incluyendo las arrugas características del tipo de tela. Me di cuenta de que no recordaba que hubiese un asiento más pequeño al lado de la piedra, ni tampoco un taburete cerca de los ascensores.

2.3 El último tercio fue el del sofá, el cual desde el punto de vista que escogí me dic cuenta de que no era casi visible, sino que un montón de plantas lo tapaban, sin embargo, altere un poco el dibujo para que se viera, puesto que creía que era un elemento demasiado importante como para no representarlo solo por la ubicación del dibujante. Estas plantas como ya había dicho las pase por alto en el primer dibujo, sin embargo disfruté dibujándolas junto con la central, puesto que esto me enseño que no todas son iguales y dependiendo de cómo se dibujen pueden transmitir mensajes diferentes (protección por parte de la central, ternura por parte de la más cercana a la entrada con hojas semblantes a corazones, etc.). Por último me gustaría destacar que los taburetes que hay junto al sofá no tenían la forma que recordaba, sin embargo, si me acordaba de su diseño minimalista, lo cual considero que es un punto a favor de la residencia, puesto que la gente no se satura con información como los detalles de cada mueble, sino que se acuerda de donde se sitúa cada uno, cuántos hay, de qué manera están distribuidos…

3. En la zona más cercana a la entrada me di cuenta rápidamente de que no existía ninguna alfombra, sino que a la hora de representar la estancia en el papel podía llenar ese vacío remarcando las líneas de las baldosas, lo cual me ayudó bastante a distribuir los espacios equitativamente. Además, como os habréis dado cuenta, la recepción cuenta con un techo más bajo que no recordaba, y este contaba con un pilar que también olvidé (posiblemente fue este el que me dio la falsa idea de un pilar central principal), y como se puede ver, este segundo techo contaba con otro set de iluminación independiente al situado en el primer techo (es probable que en mi memoria, al unir ambos techos, también lo hiciera con las alturas de sus respectivas luces)

Además, a la hora e completar esta tarea, debíamos responder a las siguientes 6 preguntas:

¿Por qué has elegido este lugar?

Principalmente por la cercanía que presenta en mi tiempo libre. Cómo atiendo a la universidad únicamente para asistir a las clases, no he querido escoger ningún espacio del campus.

Además, considero que debido a la reciente apertura de la residencia, su recibidor estaría cargado de elementos que incitarían a su estancia.


¿Qué te hace sentir a gusto?

Dejando atrás la amabilidad del personal y la compañía de los residentes, considero que me siento a gusto en el recibidor debido a que los cinco sentidos se ven activados. El mobiliario presenta diferentes texturas que resultan agradables al tacto, la cantina situada en la sala contigua llena el espacio de olores apetecibles, y la posterior consumición de sus platos agrada al gusto.

También presenta un sistema de iluminación conformado por diversos modelos de luces con diferente tonalidad y nivel de luminosidad que, de manera subconsciente, recuerdan a un ambiente familiar y cálido, que contrarresta con la presencia de muros con un color gris frío y muebles de un aspecto minimalista y industrializado para dar a entender que , aunque acogedor, no es un espacio sobrecargado.

Por último, este edificio se sitúa en la periferia de Burjassot, por lo que los alrededores del edificio constan de viviendas, algún que otro edificio público como hospitales o colegios, y mayoritariamente zonas descampadas. Es por ello que el nivel acústico es positivamente bajo, y aunque no se llegue a experimentar la insonorización dentro de la recepción, el viento o de algún tren lejano aporta poco de sonido a lo que hubiese sido un silencio no muy reconfortante.


¿Existe algún elemento molesto?

He podido notar esta primera semana que la diferencia entre habitaciones ocupadas y habitaciones disponibles es increíblemente alta, puesto que si tuviera que adivinar diría que ahora mismo solo residimos en el edificio una sexta parte del total de plazas disponibles. Esto hasta el momento ha presentado la que para mí es el mayor elemento molesto, la sensación de soledad o falta de ambiente en los espacios comunes, y aunque esto no sea un problema del edificio en sí, creo que es el la causa de otras molestias menores.

Como ejemplo están los pasillos. Largos caminos grises y sobrios, todos idénticos, que de no ser por las señalizaciones de las paredes, serían motivo de pérdida de muchos residentes, incluido yo. Además, se oponen bastante al exceso de decoración en otros espacios comunes como comedores o salas de estudio, por lo que para ir de un lugar a otro, experimentas tanto la sobreestimulación como el aburrimiento en lapsos de tiempo muy cortos y seguidos. Además, a nivel estructural concluye en la repetición de pilares y paredes que se extienden a lo largo de la vista en cada esquina, dando la sensación de encontrarnos en un laberinto.


¿Crees que te sentirías igual en otro espacio ahora mismo?

Creo que me sentiría igual si fuese un niño en una sala de pediatría de un hospital. En él todo el personal sabe hacer su trabajo y la mayoría lo hacen de manera cordial, sin embargo, el diseño de los pasillos y otras salas contrastarían con lo colorida que sería un espacio dedicado a los niños y su bienestar tanto físico como emocional. Obviamente este estaría cargado con peluches, juegos y parques, sin embargo, si le preguntaras a un chiquillo que lleva unos días allí si preferiría seguir jugando con todos los demás niños o regresar a su casa, posiblemente el niño quiera volver. Pues no es consciente, pero siente que él es solo un invitado.

Del mismo modo aplica en la residencia. Esta puede tener todo tipo de comodidades y puede planear decenas de reuniones para que los residentes socialicen y se diviertan en el recibidor, pero subconscientemente podemos adivinar que no es nuestro espacio, sino uno pensado para parecerse a un hogar, sin serlo. Además, los edificios de este tipo buscan acoger a una cantidad de personas exageradamente alta, por ello caen en la tentación (por llamarlo de alguna manera) de recurrir a productos provenientes de grandes almacenes, provocando así una sensación de «artificialidad».


¿Piensas que las condiciones de este espacio influyen sobre sus
ocupantes?

Posiblemente sí, tanto en el desarrollo de interacciones entre los residentes como en la sensación de sosiego cuando salen de sus habitaciones.


¿Cómo?

Debido a que este tipo de espacios siempre se encuentran limpios y sus elementos están colocados de manera premeditada, lo que resulta en un estándar de perfección que transmite a los residentes una necesidad de estar a la altura de la estética del edificio. Esto posteriormente concluye en la carencia de informalidades propias de una relación de confianza y despreocupación entre dos o más personas. De este modo, no se estrechan esas relaciones que la empresa tanto buscaba con la presencia de espacios comunes.


¿Cambiarías alguna cosa?

Lo que más me gustaría cambiar es la distribución del espacio, ya que todas las áreas comunes se encuentran en una sola planta, mientras que los dormitorios se reparten entre las 3 plantas restantes. Si por ejemplo hubiesen 6 zonas comunes me gustaría que hubiese 2 zonas de reunión por planta, y así, los pasillos se verían obligados a construirse de manera más espaciada, dando un respiro al edificio en general.

Además cambiaría la elección del color, ya que le aporta una estética artificial y sin querer, eso deriva en un aspecto más profesional y no tan hogareño como ellos querrían.

FASE 2

Para la siguiente actividad hemos tenido que leer una charla dirigida por Peter Zumthor llamada Atmosferas, para posteriormente, hacer una reflexión.

Peter busca definir los diferentes rasgos que hacen única una obra arquitectónica. Estos rasgos no se perciben de manera consciente, sino que hemos de centrar toda nuestra atención en pequeños elementos que se encuentran esparcidos por el espacio, o, en su defecto, que lo constituyan. Estos no deben ser necesariamente físicos, sino que también ofrece como ejemplos conceptos abstractos. Todo ello describe lo que para el es la atmosfera de un espacio.

Primero comienza con las sensaciones que experimenta al describir una plaza en su cuaderno, desde la gente que se encuentra allí, pasando por los edificios que envuelven la plaza y finalizando con elementos tan próximos a el como el sofá en el que se sienta. Posteriormente, realiza un pequeño experimento en el que intenta volver a describir ese mismo espacio pero utilizando su memoria, es decir, sin estar presente en aquella plaza. Concluye afirmando que, si bien puede retratar aquel espacio de una manera mas bien académica y objetiva, no seria una descripción total, puesto que a aquella plaza le faltaría sentimiento, le faltaría subjetividad. Este experimento ha sido probablemente la base para desarrollar la primera fase de esta actividad.

El siguiente bloque tratado por Zumthor, y seguramente el mas importante, son los nueve conceptos mas importante, desde su experiencia, a la hora de estudiar un espacio arquitectónico.

  1. El cuerpo de la arquitectura: Para el autor, es importante reflexionar sobre como vamos a optimizar los materiales que reunimos desde un punto de vista estructural. Hace una comparación con el cuerpo humano, afirmando que no se trata del concepto como tal del cuerpo, sino de la cosa que es; una estructura funcional hecha de huesos, musculo, piel, etc.
  2. La consonancia de los materiales: Debido a las infinitas posibilidades que ofrece un material dependiendo de como se trate ( poniendo de ejemplo una roca ) hemos de ser conscientes de la armonía que ha de haber entre todos los elementos de nuestra obra. Así, el autor habla de su experiencia con los diferentes tipos de madera y cómo dependiendo de cual se utilice, el producto final tendrá una mayor resistencia o valor estético.
  3. El sonido: A causa de la composición, forma y ubicación de los materiales en un espacio, siempre va a haber presente sonidos los cuales no nos paramos a percibir, y es que no siempre tienen que ser producidos por la presencia de personas que lo provocan, sino también existe el sonido natural del edificio debido al viento, los transeúntes o vehículos que se encuentran en las lejanías.
  4. La temperatura: Con ello se refiere a la diferencia de temperatura entre dos espacios, generalmente utilizando la calle como «el otro espacio». De ese modo, un edificio puede caracterizarse por su temperatura siempre agradable debido a su estructura de madera.
  5. Las cosas en los alrededores: Estos los define como aquellas cosas que se encuentran dentro del edificio que le dotan una personalidad. Usa como ejemplo una mesa que le gustó tanto a el como a la diseñadora que la hizo, explicando que esa mesa dotaba de vida a la sala. Con ello concluye que las cosas no deben pensarse como aquello para lo que esta pensado ser, sino para lo que, en esencia, es.
  6. El mitsein entre el sosiego y la seducción: Se refiere así a la mitad justa entre un edifico con intenciones de recorrerlo en un cierto orden o de un cierto modo y otro que te invita a descubrirlo a tu ritmo y manera. Se ayuda con los ejemplos de un hospital, el cual esta pensado para indicarte con total claridad donde debes ir y que caminos usar; y las termas de Vals, la cual te daba total libertad para explorar cada una de sus esquinas con todo el tiempo del mundo. Zumthor aclara que ninguno de los dos extremos es mejor que el otro, y que todo edifico debería encontrarse en las proximidades del centro. Así, el hospital también tiene salas de espera dedicadas al disfrute y las termas cuentas con elementos que sirven de guía para llegar a cada habitación.
  7. La tensión entre exterior e interior: Es decir, la diferencia entre lo que esconde un edifico en su interior y lo que quiere mostrar en su fachada. Para ello usa de ejemplos películas como La ventana indiscreta (1945) o Domingo por la mañana temprano (1930). En cierto modo, el edificio se esta comunicando con las personas que lo observan.
  8. Grados de intimidad: Con ello no solo comprende la intimidad de su interior, sino también cuánto o qué quieren mostrar con sus elementos. El autor se ayuda con ejemplos como la persona que, al tener que abrir una puerta grande, ancha y maciza, obtiene cierto grado de importancia. Del mismo modo, también podemos utilizar la diferenciación entre la fachada y el interior con mas o menos gradualidad, es decir, como de adentro nos tenemos que encontrar para poder afirmar que estamos en el interior. Y por ultimo, las dimensiones de una habitación, puesto que usualmente, al encontrarnos en un espacio ancho y alto, llegamos a sentir abrumados.
  9. La luz: Este ha sido el elemento mas difícil de apreciar por Zumthor, y sin embargo adquiere la misma importancia, o mas, que cualquier otra. Para el, la luz consta de un significado casi espiritual cuando se trabaja de manera optima. Admite que una de las cosas que mas aprecia es la luz natural y los múltiples usos e interpretaciones se le puede atribuir. Como ejemplo habla del Chicu art museum, mas concretamente de las dos bolas de roca maciza que al encontrarse en las sombras de la habitación, junto con un poco de pan de oro en unas varillas, parecían recoger y reflejar la luz de manera hermosa.

Para acabar, Zumthor habla de dos subcaracterísticas mas, la coherencia y su relación con el entorno. Es decir, la capacidad de pertenecer como un elemento mas dentro del espacio donde se encuentra el edificio y que puedan llegar a recordarse no como lo que es, sino como lo que va a poder ser.